Esta capilla pequeña, exenta y enjalbegada, que se halla en un entorno boscoso y elevado: el Monte Bolantín o Cerro de la Ermita, a 350 m de altitud. Desde el siglo XVII los vecinos rinden allí culto a la mártir Bárbara, abogada contra las tormentas. Desde el mirador de enfrente, se contempla una bella postal de Bolbaite y su Castillo-Palacio, con el llano agrícola de la Canal de Navarrés al fondo.
De planta rectangular y cubierta de tejado a dos aguas, la fachada de la ermita es sencilla: puerta adintelada; un pequeño óculo; paneles cerámicos con el nombre y la efigie de la santa titular; un remate mixtilíneo decorado por cuatro jarrones y la espadaña. Arriba de la espadaña, una desproporcionada cruz de hierro, colocada en la década de 1960, y en su vano ojival, una campana de 1943, del taller Hermanos Roses de Silla, dedicada a la Virgen de Carmen. En la parte posterior del presbiterio, hay una casita baja y adosada, que sirvió de cobijo antaño a un ermitaño.
El interior presenta un cielorraso y una sucesión de pilastras que separan paneles murales decorados al fresco, en 2007. por el acreditado muralista Toni Espinar (José Antonio Espinar, nacido en Alzira en 1970). Representan paisajes de la misma Canal de Navarrés y del entorno de la ermita, en estilo puntillista, y son de un mérito artístico y una delicadeza tales, que sorprenden agradablemente al visitante. El altar es un tosco retablo barroco, de estuco policromado, restaurado por el autor de los murales. La hornacina central de dicho altar la ocupa la talla de Santa Bárbara. El pavimento es de baldosas blancas y negras formando un juego geométrico.