El manantial de la Fuente Negra alimenta con sus aguas al Gorgo Catalán. Su riachuelo entre una frondosa vegetación, convierte a este paraje en un lugar acogedor. Su antiquísimo lavadero habla de la vida cotidiana hasta hace unas décadas, de las gentes del caserío próximo que lleva su nombre.
Esta área recreativa permite desde antiguo con su azud el riego de los campos. En otro tiempo fue escenario de la Festividad de la Catalineta el 25 de noviembre, cuando los escolares entre cánticos y juegos se desplazaban al paraje para comer la típica “casoleta”, además de ser visita habitual el primer día de la Pascua, para comerse la mona.