El paraje y área recreativa del Salto del Molino se localiza a escasos dos quilómetros de la población, en la rambla del Río Escalona. Es una zona accesible con vehículo, o bien siguiendo a pie la Ruta de las Fuentes desde el municipio.
Alrededor del paraje y a la orilla del río encontramos las tierras de labor más fértiles de Quesa, que acogieron hasta no hace muchas décadas buena parte de las huertas heredadas de los musulmanes. Son unos campos anivelados e irrigados por la acequia que recogía las aguas del barranco y de la fuente del Puñal, que encontraréis arriba mismo de la cingla o cascada de agua que da nombre al paraje.
El Salto del Molino ha sido rehabilitado recientemente como área recreativa. Se le ha equipado con mesas de pícnic, paneles explicativos y señalización direccional de la Ruta de las Fuentes, que completaran vuestra visita al paraje.
A los pies de la cascada se localizan los restos del conocido Molino de los Leandros. Es un casal molinar de origen incierto, si bien se sabe que a finales del siglo XIX era propiedad de Leandro Pla Mut. En la primera mitad del siglo XX lo heredó su hijo Manuel Pla Mut, y funcionó a pleno rendimiento durante la posguerra, especialmente en la época del estraperlo. Recuerdan sus propietarios que la gente del pueblo bajaba a este molino a recoger su molinà de harina de trigo y maíz. También venían a moler gente Tous, Carlet o Carcaixent, remontando el río con caballerías. El molino de Los Leandros dejó de funcionar en la década de 1950, siendo su último molinero Manuel Pla Alcocer. Junto al molino, hubo una huerta de cinco hanegadas y un rústico lavadero, que encontraréis sendero arriba.