La Capilla de San Roque se encuentra en Chella al final de la empinada calle del mismo nombre que se extiende al oeste del núcleo urbano entre las calles Higueral y la calle Senda Peña, con acceso desde ésta última por escalera que salva el desnivel entre ambas.
Es un casalicio diminuto que apenas deja espacio para la imagen del santo, rodeada de flores. Una puerta encristalada lo cierra, y sobre ella hay dos faroles, el nombre de la ermita en baldosines cerámicos, campana y veleta.
A ambos lados de la capilla, unos arquitos la unen con las casas vecinas. Uno de estos huecos es practicable y por una escalera se accede a la calle inferior situada a su espalda.