En 1945 se construyo el primer deposito de agua potable del municipio, para dar servicio a las viviendas, motivo por el cual se comenzó a embellecer el pueblo con fuentes urbanas, como la de Santa María, que con forma de peineta se decoró con una balaustrada barroca, semejante a la del lavadero «La Balsa».
Aunque no lo podamos ver, el agua de la acequia madre discurre bajo nuestros pies hacia la «Bajada del Molino» hacia el rio. Ese curso de agua era aprovechado por un molino de arroz que existía junto al palacio, varios molinos harineros, fabricas de paños y centrales hidroeléctricas, hoy en ruinas, un ejemplo claro es la Fabrica del Reino (producía electricidad).