Construcción realizada al aire libre, cubierta por una techumbre y alimentada por una corriente de agua procedente de la “Fuente de la Pintá”. Quedó en muy mal estado debido a las fuertes inundaciones del año 1982, por lo que tuvo que ser reconstruido.
Estos lavaderos antiguamente funcionaban como un elemento de cohesión social, ya que era el lugar de reunión de las mujeres del pueblo, donde a la vez que lavaban la ropa, comentaban cualquier acontecimiento que ocurría. Esta tradición ha llegado a nuestros días, ya que los lavaderos son lugares donde los jóvenes se reúnen para pasar un rato juntos y contar sus anécdotas. Es comúnmente llamado Lavadero Viejo por los vecinos de Bicorp. Actualmente este lavadero sigue en uso por la población.
Además, desde antaño hasta nuestros días, los vecinos y vecinas de Bicorp han acudido a la «Fuente de la Pintá» y a la «Fuente de la Rambla», las cuales están situadas en las cercanías del lavadero, para recoger agua para su uso doméstico.